Autor:Félix Castañón
Cuando el rumano L.Edelano, en 1887, sintetizó las anfetaminas, no podía ni imaginar el impacto que estas sustancias iban a producir, unos treinta años después en la población mundial, en los diferentes ejércitos y también a nivel de los Gobiernos en el control de su comercialización.
Estas fueron sintetizadas a partir de la efedrina, de propiedades broncodilatadoras y vasopresoras. En un principio las anfetaminas las definieron como aminas simpaticomiméticas con propiedades broncodilatadoras y se empezaron a comercializar para los catarros y fiebre del heno, pero no es hasta 1933 cuando se describen sus propiedades sobre el Sistema Nervioso Central.
Tras numerosos estudios se comprobó que la anfetamina es una droga capaz de estimular el Sistema Nervioso Central, produciendo sensaciones de alerta, confianza, además de aumentar los niveles de energía y autoestima. También hace desaparecer la sensación de hambre y de sueño. Por lo que se comercializarían para tratar la narcolepsia, obesidad, depresión y otros trastornos.
La pionera fue la Farmacéutica Americana Smith Kline & French, quien la comercializó con el nombre de Benzedrina. En muy poco tiempo, la misma Compañía, comercializó el isómero más activo de la anfetamina, la dextroanfetamina, con el nombre de Dexedrina Spansuls, de 10 y 15 mgs.
La Temmler-Werke comercializó en Berlin en 1938 la metanfetamina, forma derivada de la anfetamina pero bastante más potente, vendiéndose sin receta en las farmacias alemanas con el nombre de Pervitin.
Tras años de libre Mercado, su venta pasó a ser controlada por los Estados y proliferó entonces en el mercado negro, con nombres relacionados con sus efectos, como por ejemplo speed, cristal, meth o uppers.
En España, hasta los 80, su venta era libre (se decía que a mediados del siglo veinte, España era la despensa de Europa de este tipo de drogas) y las más conocidas eran Maxibamato (Delagrange), Minilip (Infale), Bustaid (Landerlan), Centramina (Miquel) y Dexedrina (Smith Kline & French). Las tres primeras eran muy usadas en curas de adelgazamiento y proliferaban múltiples recetas de cócteles explosivos elaboradas por Doctores que hacían el agosto a costa de la salud de las mujeres. La Centramina estaba muy asociada al estudio y raro es el estudiante de aquellos años que no haya probado esta anfetamina en época de mayor esfuerzo intelectual, como por ejemplo en época de exámenes. Por último la Dexedrina, que era la más potente, se asociaba mucho con el deporte para la obtención de marcas, mejora del rendimiento, momentos de sobreesfuerzo, etc. ya que sus efectos eran inmediatos, aportando un rendimiento físico espectacular y como no como estimulante para largas noches de juergas.
Trataba ahora de poner ejemplos de famosos tanto de las letras, como de la música, o de la política que abusaron de las drogas de moda, pero la lista es interminable. El propio estrés y lo sobreesfuerzos a que están sometidos, la presión a la que se autosomenten por continuar en la cumbre de la fama, hace que muchos de ellos hayan terminado sucumbiendo al mundo de las drogas. En ese momento se produce una peligrosa espiral de cócteles explosivos: se toman las anfetaminas para aguantar el ritmo de una gira, de los múltiples conciertos, de una creación literaria exagerada, etc. No olvidemos que los efectos de las anfetaminas, son muy similares a los de la adrenalina que genera nuestro cuerpo, acentuando el estado de alerta, aumentando la autoconfianza, la concentración y la voluntad de afrontar los mayores desafíos que se presenten, además de eliminar las sensaciones de hambre y de sueño, pero con el handicap de que para después poder dormir, se debe de recurrir a los barbitúricos. Además, para crear, componer, etc. son muchos los famosos que recurren al cóctel cocaína-heroína. Y Para cerrar esta espiral, no faltan los antidepresivos para contrarrestar los enormes estados de ansiedad y depresión que produce el consumo continuado de estas drogas. Todas ellas son altamente adictivas, por eso la lista de personajes que han fallecido a causa de estos peligrosos cócteles es inmensa. Aún tenemos el reciente caso del actor Philip Seymour Hoffman, que apareció muerto en su apartamento de Nueva York, supuestamente por una dosis accidental de drogas. Esta dosis accidental contenía todas las detalladas anteriormente.
Escritores como Ferlosio, que antes de recoger el Premio Nacional de la Letras dijo: “no volveré a la Obsesión lingüística, porque ahora no hay anfetaminas, como en los 70, un invento relativamente útil para la gramática por sus efectos alucinógenos. Con las anfetaminas llegué a ver en la pared un Descendimiento del Cristo de la Cruz”.
Phillip K. Dick, presionado por sus editores y las penurias económicas, llegó a escribir 65 páginas al día gracias a las anfetaminas.
Allen Ginsber, mantenía que sus mejores obras habrían sido escritas bajo el influjo de las drogas y que Kaddish había sido escrita a base de anfetaminas inyectadas.
En la música pondré un solo ejemplo, porque la lista sería interminable. Los Beatles, reconocían haberse atiborrado a anfetaminas, como la Benzedrina, para soportar largas horas de conciertos. Se decía en la época que “los Beatles son la anfetamina proletaria donde los Stones son la cocaína de los pijos”.
De políticos, mencionaré uno americano, otro inglés y otro alemán:
John F. Kennedy supuestamebte era adicto a las anfetaminas, además de haber probado otros tipos de drogas.
Anthony Eden, primer ministro británico, reconoció que tomaba barbitúricos para dormir y anfetaminas como estimulante.
De Adolf Hitler, Theodore Morell, su médico personal, confesó, una vez acabada la guerra, que este tomaba cantidades ingentes de anfetaminas a diario, parte en inyecciones y parte en píldoras, además de opiáceos, morfina y barbitúricos .
En Alemania tal fue el impacto que las anfetaminas tuvieron entre la población civil, que durante la 2ªGuerra Mundial la Wehrmacht decidió probarlas, sin ningún tipo de escrúpulos, con las tropas que participaron en la invasión de Polonia en 1939. El experimento pareció resultar un éxito ya que los soldados, sobre todo conductores de vehículos pesados y pilotos cuando comenzaban a tener síntomas de agotamiento, tanto físico, como mental , la toma de Pervitin les proporcionaba un aporte de energía considerable, mejorando claramente su rendimiento, manteniéndolos despiertos, además de erradicar la sensaciones de dolor y de hambre. A la vista del éxito obtenido en Polonia, el Gobierno Alemán decidió regular la venta del fármaco con el único objetivo de evitar los problemas de suministro al ejército, pasando toda la producción a manos de la Wehrmacht y a la Luftwaffe en 1940. Se calcula que entre la primavera y verano de este año, le fueron entregados al ejército alemán más de 35 millones de pastillas de Pervitin.
Se ha publicado un documento del Departamento médico del ejército alemán en el que se decía: “Todo Oficial Médico debe ser consciente que el Pervitin es un estimulante altamente diferenciado y poderoso, una herramienta que le permite, en cualquier momento, ayudar activa y efectivamente a ciertos individuos en su área de influencia a alcanzar un rendimiento por encima de lo normal”.
Las anfetaminas, además de opiáceos y otras drogas, formaban parte de un plan para conseguir de sus tropas un rendimiento sobrehumano que proporcionara a su ejército la victoria sobre los aliados. Era tal el convencimiento y la voluntad de estimular a sus soldados que jamás se molestaron en comprobar los múltiples efectos adversos, la adicción y la degradación que producían sobre ellos.
Heinrich Boell, el primer alemán que fue galardonado con el Nobel de literatura en 1972, fue uno de esos soldados que participaron en la invasión de Polonia y que en repetidas ocasiones enviaba cartas a su familia para que le enviaran Pervitin, ya que fue, como tantos otros, víctima de la adicción de esta droga.
Existe un informe de un médico del ejército alemán que fue testigo de como en el frente oriental alrededor de los 500 soldados se encontraban sitiados por el ejército rojo con una temperatura de -30 grados. En este informe relata como, en unas condiciones penosas, trataban de huir por la noche:
“La capa de nieve era gruesa y la temperatura era inferior a los treinta grados bajo cero. Al cabo de seis horas, muchos soldados estaban a punto de abandonar, estaban físicamente agotados y la moral era bajísima. Algunos se tiraron sobre la nieve, listos para morir. Los oficiales al mando del grupo decidieron suministrar Pervitin a sus tropas. Tras hora y media, -escribió el doctor, los hombres espontáneamente comenzaron a informar que se sentían mejor. Comenzaron a marchar de forma ordenada otra vez, su moral mejoró, y se volvieron más atentos."
No tardaron los ingleses en interesarse por el uso de las anfetaminas y el mismísimo general Montgomery pidió grandes cantidades para suministrar a las tropas del Alamein.
En el 41 ya se les suministraba a los pilotos de avión de largos recorridos, a las tropas de los submarinos y a todos aquellos que tuvieran que estar alertas por largos periodos de tiempo, incluidos los tripulantes de los bombarderos.
Estas pastillas que se suponía deberían mantener alertas y con la moral muy alta a las tropas, también producían todo tipo de comportamientos anormales entre ellas y así lo especificaba un folleto impreso por el Ministerio del Aire Británico en 1943:
“Cualquiera que tome anfetaminas siente que tiene control total sobre la situación y que puede seguir desempeñando sus tareas sin necesidad de descansar y considera que puede obrar bien, cuando lo cierto es que está cometiendo toda clase de errores”.
Los americanos no iban a ser menos y aunque al principio se dudaba que las anfetaminas fueran más eficaces que la cafeína, al final decidieron copiar a alemanes y británicos y comenzaron a probarlas en sus tropas. El propio Eisenhower ordenó el envío de medo millón de píldoras de 5 mgs. de Benzedrina a las tropas del norte de Africa. La Benzedrina fue utilizada por el ejército estadounidense durante toda la guerra, sobre todo por aviadores y marines.
En la actualidad en España, la única anfetamina pura que se sigue comercializando es la Dexedrine (Celltech Ph), su principio activo es el sulfato de anfetamina y está indicado en TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad) y narcolepsia. El fabricante advierte que crea dependencia, está prohibido en competiciones deportivas y crea severos efectos adversos.
El metilfenidato es un análogo anfetamínico sintetizado en 1944,durante los últimos meses de la segunda Guerra Mundial. Durante toda la guerra se estaba investigando sobre múltiples variables químicas de las anfetaminas, que tuvieran la misma eficacia, pero con efectos adversos menos graves. En 1954 es registrado el metilfenidato y un año más tarde es comercializado por la Farmacéutica Ciba con el nombre comercial de Ritalin. Está clasificado por la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos como un narcótico de Clase II, es decir, con la la misma clasificación que la cocaína, la morfina y las anfetaminas. Esta misma Agencia emitió en 2005 unos consejos de Salud Publica en los que advertía que tanto esta droga, como otras análogas, pueden causar alucinaciones visuales, comportamientos suicidas y comportamiento psicótico, así como comportamientos agresivos o violentos. Actualmente en el Mercado Español, se prescriben las marcas: Concerta (Janssen), Equasyn (Shire Pharm Iber), Medicebran (Juste), Medikinet (Juste), Metilfenidato Sandoz, Rubifen (Rubió). Los fabricantes advierten que pueden crear dependencia de tipo anfetamínico y no está permitido su uso en la práctica deportiva. Están indicadas en TDAH, narcolepsia y depresión.
En busca de tratamientos alternativos para tratar la narcolepsia, la compañía farmacéutica francesa Lafon desarrolló el modafinilo, aprobándose en Francia en 1994 con el nombre de Modiodal. Años después, en 1998 fue aprobado en USA por la FDA, comercializándose con el nombre de Provigil por Cephalon Inc. El modafinilo es un psico-estimulante moderado del SNC no anfetamínica. Las marca más conocida en España es el Modiodal (Teva Pharma). Su indicación es la narcolepsia.
En el Mercado Negro, proliferan por todo el mundo los laboratorios clandestinos dedicados a fabricar todo tipo de anfetaminas. Una de las más frecuentes en el mundo de las drogas ilícitas es el sulfato de anfetamina, conocido en lenguaje callejero como speed (del inglés velocidad). El speed es anfetamina en polvo, aunque también se encuentra en tabletas, o cápsulas con texturas y colores diferentes. Su combinación más habitual es con cafeína.
Su consumo ha aumentado espectacularmente a partir de 2009 coincidiendo con la desaparición del éxtasis. Los efectos del speed son muy similares a los de la cocaína, pero de más larga duración y además es tres veces más barato que esta (es llamada también “la coca de los pobres”). Su consumo continuado puede conllevar graves riesgos para la salud, las más inmediatas son agitación, alucinaciones o paranoias que pueden desencadenar depresiones severas y tendencias suicidas. Además, según un estudio publicado en la edición de marzo del American Journal of Psychiatry, a largo plazo, puede producir en el cerebro humano problemas de memoria y de coordinación motora. Hay que tener también en cuenta que el speed es una de las drogas más adulteradas y en análisis realizados sobre muestras recogidas, se observó que el 87% no contenían solamente sulfato de anfetamina, si no que contenían además sustancias adulterantes
La policía española ha detectado la entrada en nuestro país de la metanfetamina, droga mucho más potente y dañina que el sulfato de anfetamina. Es conocida por ser un potente estimulante, altamente adictivo. Puede fumarse, inyectarse, inhalarse o tomarse por vía oral y sus efectos duran entre 6 y 12 horas. En el argot, se conoce como "anfetas" (“speed”), "meta" (“meth”) o "tiza" (“chalk”). Y si se presenta en cristales para inhalar fumándolos “hielo” (“ice”), “cristal” (“crystal”), “arranque” (“crack”) y “vidrio” (“glass”). Los efectos adversos incluyen ritmo cardíaco irregular, aumento de la presión arterial y una variedad de problemas psiquiátricos. Los efectos a largo plazo pueden incluir trastornos mentales severos, pérdida de la memoria y problemas dentales severos (boca anfetamínica). En la actualidad es una de las drogas más consumidas y debido a que se puede fabricar con materiales que se consiguen fácilmente y sin receta, además de ser muy baratos, es muy difícil poder controlar y erradicar su fabricación clandestina.
Como anécdota para terminar, el diario El Mundo dio la noticia de que en Erandio, el agosto de este año (2014), dos espléndidos bueyes de unos 800 kilos cada uno, murieron con un intervalo de tres minutos con el corazón reventado en mitad de una competición de arrastre de piedras. Tras serles extraída sangre para su análisis la Diputación de Vizcaya confirmó que se les había inyectado speed para tratar de ganar la competición. Parece que era un secreto a voces en todo Euskadi, que esto no era un caso aislado, sino que era una práctica habitual en todas las competiciones. Aún está por determinar, en este caso, si el speed inyectado estaba adulterado o se excedieron en la dosis. Sirva de ejemplo para pensar que si mató a estos animales, como podrá actuar en el organismo humano.
MINILIP
Còmo podría conseguir comprar MINILIP? On line? GraciasReport