James Parkinson nació en Shoderich, un barrio de Londres , en abril de 1755. Su padre, John Parkinson,era un boticario y cirujano que ejerció su profesión en su consulta del suburbio de Hoxton Square,
en la ciudad de Londres, donde James comenzó a trabajar con diecisiete años como aprendiz y ayudante y en cuya placa figuraba “Parkinson and son”.
Parkinson era un hombre polifacético, que además de ayudar a su padre y bajo la influencia del mismo, incluyó entre sus primeros estudios el latín, griego, filosofía natural y taquigrafía, como asignaturas imprescindibles para una buena formación médica.
En 1781 contrajo matrimonio con Mary Dale con la que tuvo seis hijos. Uno de ellos fue John William Parkinson, que también fue médico, continuó ejerciendo la Medicina en la consulta de Hoxton.
En 1784 se doctoró como médico en la "Londres Corporation", después de haber sido uno de los primeros en estudiar en el"London Hospital Medical College", donde estuvo durante seis meses.
En 1785 asistió a un curso sobre teoría y prácticas quirúrgicas impartido por el famoso cirujano John Hunter. Las notas originales que tomó se conservan en la biblioteca del “Royal College of Surgeons”, no obstante fueron publicadas por su hijo J.W.K.Parkinson en 1833, con el título de “Hunterian Reminiscences”.
Tres años después de doctorarse, fue elegido como “fellow” en la “Medical Society” de Londres y ese mismo año de su nombramiento, 1787, presenta en esta Sociedad su primer comunicación titulada “Some Account of the Effects of Lightning”, que fue publicada dos años después en las Memoirs of the Medical Society of London.
Fue ademàs un reconocido y refutado botánico, geólogo y paleontólogo, aficionado a los fósiles sobre los que escribió varios tratados.
Fue un hombre de alto compromiso social, compromiso que se refleja extraordinariamente, tanto el la política, como en la Medicina.
El nacimiento de Parkinson coincide con la Revolución Industrial y la reconfiguración del sistema socio-económico derivado de la misma, que altera el paisaje y las formas de vida del pueblo inglés, hechos que hacen que sus ideas políticas se radicalicen, dedicando parte de su vida al activismo político, época en la que publica, con el pseudónimo de “Old Hubert”, casi una docena de folletos de tilde político-revolucionarios abogando por reformas sociales, entre las que destacaban la representación popular en la Cámara de los Comunes, la Sanidad pública o el sufragio universal. El titulado "Revolution Without Blooshed or Reformation Preferable to Revolt", expresa claramente sus tendencias políticas.
Fue miembro de algunas sociedades secretas como “The London Corresponding Society for Reform of Parliamentary Representation”, con la que se vio involucrado en 1794 en un complot para asesinar al rey Jorge III. Fue investigado por ello, pero afortunadamente todo quedó en nada y abandonó el activismo político para centrarse de nuevo en la medicina, publicando, entre 1799 y 1807, varios trabajos dirigidos a proteger la salud de las familias y sobre todo de los niños, centrando sus esfuerzos en la prevención, siendo uno de los primeros en hacer referencia al término “atención primaria”, entre los que destacan “Medical Admonitions to Families” y “The Villager's Friend & Physician”, también publicó un trabajo sobre los peligros del deporte: “Dangerous sports”. Escribió además sobre la formación de los estudiantes de Medicina: “The
Hospital Pupil”. En 1805 publicó otro sobre la gota, enfermedad que él padeció durante quince años, “Observations on the ure & Cure of Gout”, destacando también por ser el autor de los primeros escritos de la literatura médica inglesa sobre como un apéndice perforado puede conducir a la peritonitis y a la muerte.
También se preocupó por los enfermos mentales y sus familias, por lo que durante décadas estuvo vinculado al “Holly house”, uno de los manicomios que proliferaron en Hoxton a causa de los efectos de la “revolución industrial”.
El trabajo médico más conocido de Parkinson fue “Essay on the shaking palsy” (1817). Después de años de experiencia clínica y observación, en este estudio describe la enfermedad que denominó “Paralysis agitans” (parálisis agitante). El estudio cuenta con 66 páginas, divididas en 5 capítulos, que como él mismo reconoce son meras conjeturas, "sugestiones precipitadas"', que diría, donde la analogía sustituye al "examen anatómico riguroso", y argumenta que lo que pretende es estimular a los investigadores, llamar su atención sobre una enfermedad que había escapado al “conocimiento general”.
En un corto prefacio explica el porqué de la publicación:
"Reconocemos que aquí hacemos conjeturas en lugar de experimentos, y que nuestras deducciones por analogías sustituyen a la exploración anatómica, único fundamento sólido para conocer la patologìa". Continúa el prólogo pidiendo no ser juzgado con severidad por la clase médica y continúa diciendo: "....La enfermedad que nos ocupa...hasta ahora no ha encontrado acomodo en la clasificación de los nosólogos; algunos han considerado sus síntomas característicos como si fueran enfermedades específicas diferentes, y otros han dado nombre a dolencias sustancialmente distintas de ella...".
Y continúa diciendo:
"...Por tanto, el autor se siente obligado a presentar sus opiniones para que otros las examinen, incluso en su estado actual inmaduro e imperfecto. De hecho no sería razonable retrasar su publicación. La enfermedad no ha suscitado especial interés; y no creemos probable que los que, por sus capacidades y oportunidades, tendrían más posibilidad de lograrlo, asuman la tarea de verificar su naturaleza y su causa mediante investigación anatómica. Es de desear que esos benefactores de la humanidad y de la ciencia médica que ya nos han desvelado muchos de los procesos mórbidos que menguan la salud y la vida, se motiven y extiendan sus investigaciones hacia esta enfermedad; y eso pretendemos con la publicación de estas anotaciones.
Si así pudiera lograrse la información necesaria, el autor no se quejará de que se censure esta precipitada publicación de meras conjeturas y sugerencias, sino que se sentiría plenamente recompensado por haber llamado la atención de los que pueden encontrar los medios apropiados para tratar una enfermedad tan duradera y molesta"(1)
Ya en el capítulo I hace una descripción de la enfermedad y el párrafo con que inicia el capítulo es este:
“…Un movimiento trémulo involuntario, con disminución de la fuerza muscular, en partes del cuerpo que no están en actividad, y aunque estén soportadas o apoyadas en algo; con tendencia a inclinar el tronco hacia delante y a pasar de la marcha a la carrera, y con integridad de los sentidos y de la inteligencia”.(2)
Parkinson explicó el fenómeno como una alteración en el funcionamiento de la médula espinal, que podría extenderse al bulbo, pero descartando un compromiso más alto, ya que no encontró “modificación del intelecto ni de los sentidos”. El gran mérito de Parkinson consistió en relacionar un conjunto de síntomas y signos en una entidad común y aunque la descripción inicial es muy completa, no menciona dos síntomas fundamentales de la enfermedad, como son la rigidez muscular y los trastornos cognitivos.
Termina el primer capítulo con la descripción muy precisa sobre los seis casos en los que basó el estudio, cinco de ellos encontrados al azar y posteriormente entrevistados y analizada su historia clínica y uno basado en la simple observación en la distancia, sin ni siquiera entrevistarlo.
En el capítulo II hace referencia a los dos síntomas clave de la enfermedad: el temblor (tremor coactus) y la marcha festinante (scelotyrbe festinans), e inicia el capítulo así:
“…Las agitaciones temblorosas y la casi invencible tendencia a caminar a la carrerilla, aunque solo se desee pasear; y a ambas los nosólogos las consideraban como patologías distintas…”(3)
En el capítulo III hace un diagnóstico diferencial de los temblores con otras patologías con las que podría confundirse como los derivados del consumo de alcohol, de bebidas como té o café, el temblor derivado de la edad avanzada, etc., manteniendo que si el miembro tembloroso está en reposo el temblor cesa, mientras que “…en la verdadera parálisis agitante ocurre lo contrario, la agitación continúa con toda su fuerza cuando la extremidad está en reposo y sin utilizarla..” (4)
El capítulo IV analiza tanto las causas próximas, como las remotas como origen de la enfermedad y comienza así:
“Antes de intentar descifrar la naturaleza y la causa de esta enfermedad, tenemos que alegar que se hace en circunstancias muy desfavorables. No contamos con ayuda de investigaciones previas que se hayan orientado directamente a ella, y no tenemos la ventaja, siquiera en un solo caso, del conocimiento que proporciona el examen anatómico; por lo que exclusivamente podemos ofrecer opiniones y no hechos.”
La supuesta causa próxima la detalla así:
"Un proceso morboso de la "médula spinalis", en el segmento que ocupa el canal formado por las vèrtebras cervicales superiores y que se va extendiendo, conforme avanza la enfermedad, a la "médulla oblongata".(5)
Si bien describe la causa próxima en la porción superior de la "médula spinalis", como ya expliqué antes, asegura que no se extiende al encéfalo, argumentado por la ausencia de "patología alguna de los sentidos o la inteligencia".
En cuanto a las causas remotas, no puede precisar ninguna por no haber recibido información al respecto de ninguno de los casos analizados, ya que los pacientes no fueron capaces de recordar una causa concreta, que resultara común a todos los casos, como origen de su padecimiento por lo que las deducciones son meras conjeturas.
En el capítulo 5 se refiere a las medidas terapéuticas para paliar los efectos de la enfermedad y aboga por el descubrimiento de algun remedio que, al menos, puede retrasar su progresión, pues a pesar de que se ignora el origen de la enfermedad, asegura que "no puede aceptarse que no haya ningún remedio para contrarrestarla". Parkinson no confiaba en los remedios internos y recomendaba comenzar lo más pronto posible con fisioterapia, linimentos y sangrías, que ayudarían a enlentecer el avance de la enfermedad. Tuvieron que pasar décadas, hasta que en 1867 se descubriera el alcaloide Hioscina, primer fármaco anti-parkinsoniano sintomáticamente eficaz.
Varios colegas en Inglaterra y en otros países, se hacen eco de su trabajo, pero pasarían unos años para que, en 1861, Armand Trousseau añadiera nuevas características a la enfermedad como son la rigidez muscular, la bradicinesia y al igual que Charcot explica la causa de la deformación de las manos y lo hace así: “Así es que teniendo los enfermos constantemente apoyadas las manos, se luxan los dedos sobre los metacarpianos, yendo su cara dorsal a formar un ángulo con la cara dorsal de la mano”.(6)
También hace referencia al deterioro intelectual en las fases tardías de la enfermedad y que describe así:
“Intacta al principio la inteligencia, concluye por debilitarse; se pierde la memoria, y las personas que viven al lado del enfermo se aperciben muy pronto de que no tiene la lucidez acostumbrada de espíritu; llegando la caducidad mucho antes de la edad en que es propia. En un momento dado se convierte el desgraciado en objeto de lástima y disgusto para cuantos lo rodean”.(7)
No obstante el mayor reconocimiento por este importante trabajo llegó de la mano del prestigioso neurólogo francés Charcot, que fue quien otorgó el nombre de Parkinson a la enfermedad pero, a pesar de ello, Parkinson no tenía mucho predicamento en el Stablishment médico inglés y sus colegas, encabezados por Sir William Gowers, durante largo tiempo se negaron a usar el epónimo acuñado por Charcot y siguieron denominando la enfermedad como “parálisis agitante” (shaking palsy).
Charcot hace referencia a la misma en una primera monografía junto a su colega Vulpian en 1862 titulada "De la paralyse agitante", y años después en sus famosas “Leçon´s sur les maladies du systéme nerveux”(1875), en las que amplía los conocimientos sobre la enfermedad a partir de la exploración de varios pacientes en la Salpêtrière, donde decide llamarla “La Maladie de Parkinson” en vez de “parálisis agitante”, después de que en 1876 describiera a un paciente que sufría de la enfermedad de Parkinson con ausencia de temblor, mientras que la rigidez estaba presente, por lo que concluyó que “ni siempre hay parálisis, ni todos tiemblan”. Describió la rigidez muscular como síntoma típico, el temblor en reposo (diferenciándolo de los diferentes tipos de temblor), describió tambiénla deformación de las manos, con los dedos como si sujetaran un lápiz y la alteración en la escritura que se volvía más pequeña, y que él denominó “micrografía”. También la hipocinesia y la alteración de las funciones superiores: “en un momento dado la mente se nubla y la memoria se pierde”. Más adelante añadiría la alteración de los reflejos posturales.(8)
En 1880, Charcot completó una descripción clínica de la enfermedad de Parkinson, que su asistente en la Salpêtrière, Paul Marie Pierre Richer, plasmó en diferentes dibujos constituyendo las primeras descripciones de esta enfermedad.
Charcot probó tratamientos con opio, estricnina, belladona y nitrato de plata, entre otros y posteriormente fue quien introdujo el tratamiento con Hyoscine (escopolamina), un alcaloide que se mantuvo hasta que un siglo después llego la L-Dopa. También observó que algunos pacientes, tras largos recorridos en tren, o en carruaje, se sentían aliviados debido al traqueteo de estos y decidió crear su famosa silla vibratoria, denominada “Trèpidant”. El propio Gilles de la Tourette demostró en varios estudios que el famoso sillón era eficaz para suavizar la rigidez muscular, mejorar la manera de caminar y para favorecer el sueño. La dosis se estableció en media hora de “trépidant” al día.
Pero bueno, Charcot por un lado y la historia del tratamiento de esta enfermedad por otro, son historias que contaré en otra ocasión.
El interés de Parkinson fue derivando gradualmente de la medicina a la naturaleza, dedicando todo su empeño al novedoso campo de la geología y la paleontología.Dedicó su tiempo a la observación, recogiendo todo tipo de especí-
menes de plantas y de fósiles, acumulando gran cantidad de dibujos de estos.
Por aquel entonces no existía mucha información disponible al respecto, por lo que dedicó todo su tiempo en diseñar una guía personal sobre el estudio de los fósiles. El resultado se plasmó en tres volúmenes, obra titulada: “Organic Remains of a Former World” el primero en 1804, el segundo en 1808 y el tercero en 1811, todos ellos ilustrados con sus propios dibujos, unos en blanco y negro, y otros en color.
Logró reunir la colección más importante de fósiles de Inglaterra, por lo que adquirió gran notoriedad y fue uno de los fundadores de la “Geological Society of London” que se estableció en 1807.
Parkinson murió el 21 de diciembre de 1824, a la edad de 69 años, después de un accidente cerebrovascular severo.
BIBLIOGRAFIA:
1,2,3,4,5: “Essay on the shaking palsy”,James Parkinson.
6: “Temblor senil y parálisis agitada. Clínica Médica del Hotel-Dieu de París. A.Trousseau, 1864.
7: “Temblor senil y parálisis agitada. Clínica Médica del Hotel-Dieu de París. A.Trousseau, 1864.
8: “Leçon´s sur les maladies du systéme nerveux”, J.M. Charcot. Primera edición.
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