HISTORIA DEL MEDICAMENTO

 

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Lunes Diciembre 04, 2023

Dibujo hoja

Autor: Félix Castañón

 

“Tratado de Farmacología y Terapeútica”, Pío Marfori (1926): “El origen de la cocaína se encuentra en el arbusto erythroxylon coca. Este arbusto, de unos dos metros de altura, se cultiva en el Perú, además de en Bolivia y Nueva Granada, en altitudes de entre 700 y 2.000 metros. La parte medicamentosa de la planta se encuentra en las hojas que se recolectan a partir de que esta haya cumplido los dos años, para luego seguir produciendo un mínimo de cuatro cosechas anuales, durante, al menos, cuarenta años. Las hojas de coca contienen aproximadamente el 0,50% de cocaína y tienen un sabor algo amargo y aromático y un olor que recuerda el del té”.

ebotanique

La coca es el estimulante de origen natural más antiguo, potente y peligroso y ya eran usadas sus hojas por los indígenas de las zonas donde se cultivaba, para aumentar la fuerza muscular, la resistencia a las fatigas, para mitigar la sensación de hambre y sed y para combatir el mal de altura. También se usaba en los ritos religiosos y a los fallecidos se les solían colocar unas hojas de coca para ayudarlos en el viaje al más allá. Cuando llegaron los españoles al Perú, creyeron que estos efectos eran influencias demoniacas y por tanto un inconveniente para la evangelización y prohibieron su consumo entre la población, pero poco tiempo después volvieron a permitirla para conseguir así que los nativos trabajaran más tiempo y más duro en las minas de minerales que allí habían abierto.

En 1858 la coca llegó a Europa a bordo de la fragata Novara y uno de los primeros precursores de su uso fue el neurólogo italiano Paolo Mantegazza, que vivió en Sudamérica, donde consumió grandes cantidades de coca. Su primer artículo sobre el tema lo escribió el mismo año que  esta llegó a Europa y se titulaba: “Sobre las virtudes higiénicas y medicinales de la coca y sobre la nutrición nerviosa en general”, en la que decía: Me burlo de los pobres mortales condenados a vivir en este valle de lágrimas mientras yo, llevado en las alas de dos hojas de coca, fui volando a través de los espacios de 77.438 palabras, cada una más espléndida que la anterior… Una hora más tarde, estaba lo suficientemente tranquilo para escribir esto con mano firme: Dios es injusto porque hizo al hombre incapaz de mantener el efecto de la coca durante toda la vida. Preferiría tener una vida útil de diez años con coca, que una de 10.000.000.000.000.000.000.000 de siglos sin coca”. Un año después escribió: “Sobre la introducción en Europa de la coca, un nuevo alimento nervioso”, en ambos estudios describió las poderosas bondades de la droga sobre el rendimiento físico y mental en el hombre. Mantegazza mantenía que las drogas eran un elemento absolutamente necesario y beneficioso para una óptima evolución de la humanidad y que el hombre podía consumir grandes cantidades de coca sin efectos negativos para su organismo.

Clorhidrato de Cocaina

El alcaloide de la cocaína fue aislado por primera vez en 1859 por el químico alemán Albert Niemann y es él quien la bautiza con este nombre.

La cocaína como tal se realiza mediante la transformación de las hojas de coca en pasta de cocaína y después ésta en clorhidrato de cocaína, que es la forma más utilizada en Medicina. Para ello se precisan sustancias catalizadoras entre las que se encuentran el éter, el ácido sulfúrico, y la gasolina.

Los efectos más importantes que produce la cocaína son la parálisis de las terminaciones nerviosas y de las fibras sensitivas, con las que se pone en contacto de inmediato, y como consecuencia de este efecto, produce una anestesia local completa, siendo esta, por tanto,  la propiedad en las que se fundamentaban las principales aplicaciones terapéuticas de este alcaloide, que se cree es debido al bloqueo de los canales del Na* dependientes de voltaje y un efecto euforizante de corta duración debido al bloqueo de la recaptación de la dopamina y serotonina.

sigmund freudEs imposible hablar de la cocaína sin referirnos a Sigmund Freud. En 1883 comienza a interesarse por la sustancia y lee numerosos artículos publicados tanto en EEUU, como en Europa, impactándole, sobre todos ellos, uno escrito por un médico militar llamado Theodor Aschenbrand, en el que relata los potentes efectos de esta droga sobre los soldados de la 2ªcompañía de Artillería  de Baviera, en cuanto a su rendimiento, y  el comportamiento ante la fatiga. Freud ve en las posibilidades médicas de la cocaína la oportunidad de alcanzar el prestigio profesional y económico que tanto deseaba, hecho que se explica claramente en una carta que envía a su novia Martha Bernays, en la que dice: “estoy excitadísimo en torno a esto, porque si da buenos resultados, conseguiré atraer hacia mí la atención que tan esencial es para progresar en el mundo”. Bien pudo alcanzar esa notoriedad tan deseada, pues fue el primero en descubrirColirio Euftalmina Cocainab las propiedades anestésicas de la cocaína, pero fue su compañero en el Hospital General de Viena, el oftalmólogo Karl Köller, quien se llevó la fama en 1884 tras investigar estas propiedades partiendo de las teorías del primero y demostrando la eficacia de esta sustancia como anestésico local para practicar intervenciones quirúrgicas oftalmológicas sin dolor.

 Siendo médico residente en el hospital general de Viena, comienza ese mismo año de 1883, con 27 años, a experimentar con esta sustancia y lo hace con numerosos pacientes y con él mismo, él pensaba que la cocaína supondría una revolución en la salud mental y se propuso ser el pionero en el tratamiento de enfermedades como la ansiedad, depresión, la esquizofrenia y sobre todo sus expectativas se centraban en curar la neurastenia, enfermedad de moda que él creía padecer, también la utilizó para incrementar la líbido, en dolor crónico, o para tratar pacientes con adicción a la morfina. De su experiencia personal llegó a comentar: “Una pequeña dosis me elevó a las alturas de una manera maravillosa”. En julio de 1884 escribió la que sería su primera gran obra, de la que en una carta a su novia, describió así: “Ahora mismo estoy ocupado recogiendo la literatura para una canción de alabanza a esta sustancia mágica”; la obra se llamó   “Uber coca”, y fue publicada en la revista “Therapie”, constituyendo un punto de inflexión en su carrera. En este trabajo relata con minuciosidad la historia de la coca desde sus orígenes hasta su llegada a Europa. Hace referencia a gran cantidad de estudios acerca de la cocaína y como no, relata sus experiencias personales con ella  y con gran entusiasmo detalla las excelentes propiedades del alcaloide. Ese entusiasmo le llevó a consumir cocaína de continuo, tanto en sus actividades profesionales, como en los momentos de ocio y a recomendarlo a amigos y familiares para “convertir los días malos en buenos y los buenos en mejores”.   Poco tiempo pasó para que lo que en principio era un hábito, más o menos científico, se convirtiera en adicción. Pero hay un hecho clave  que comienza a resquebrajar la idealización que Freud sentía por la cocaína y fue cuando trató de curar con esta sustancia, la adicción por la morfina de su gran amigo Ernst von Fleischl-Marxov, con resultados desastrosos. Comienza a valorar como una pérdida de tiempo seguir trabajando con la cocaína, calificándola de búsqueda ociosa que le distraía de responsabilidades más importantes. A partir de 1896, rara vez vuelve a mencionar la cocaína.

En 1884, la anestesia general se realizaba por inhalación, método que causaba no pocos problemas, así que William Halsted, cirujano estadounidense que por aquél entonces trabajaba en el Bellevue Hospital de Nueva York, a la vista de los trabajos de Köller, pensó que si la cocaína era capaz, por vía tópica, de adormecer  los tejidos superficiales del organismo, también lo haría, si se inyectaba,  sobre las terminaciones y los troncos de los nervios, por lo que podría ser utilizada  en cirugía general. Halsted comenzó a desarrollar nuevas técnicas de cirugía utilizando la cocaína, técnicas que al parecer fueron claves para que comenzara a trabajar como jefe de cirugía en el Johns Hopkins Hospital.La tragedia de este cirujano, derivó del desconocimiento del poder adictivo de la sustancia, pero sabedor de su alto poder estimulante sobre el físico y el intelecto, decidió tomarlo el mismo para soportar las largas horas de trabajo en el hospital. Las consecuencias fueron dramáticas para él y casi sin darse cuenta se convirtió en adicto, hecho que le acarreó graves problemas físicos e intelectuales. Más adelante y con el ánimo de acabar con su adicción decidió inyectarse morfina, por lo que no hizo más que agravar su situación ya que cayó también en la adicción de ésta sustancia.

cocaina muelas 3

En 1879 se comenzó a emplear  la cocaína para tratar la dependencia de la morfina. También se hicieron muy populares hacia 1885 las “Cocaíne toothache droops”, gotas de cocaína que se utilizaban para tratar el dolor de dientes de los niños, que no solo les quitaba el dolor, sino que además les mejoraba el estado de ánimo. Y con el comienzo del s.XX, empezaron a proliferar las pastillas de cocaína, a menudo combinadas con mentol, haciéndose muy populares entre cantantes, actores, oradores, etc., ya que además de calmar las molestias de garganta, les daba un plus de energía para rendir al máximo en sus actuaciones. Era muy común que se recomendara tomar las pastillas con un vaso de vino porque aumentaba la eficacia de las mismas, eso sí, a los niños con moderación. Pondré aquí algunas de las pastillas que he podido fotografiar:

pastillas amargosb“Pastillas Amargos”, pastillas cloro-boro-sódicas de mentol y cocaína. En publicidad de 1900: "Pastillas Amargós, cloro borotadas para las enfermedades de boca, garganta y voz. Curan la ronquera, anginas, ulceraciones, aftas, afonía, sequedad, tos, inflamaciones de las encías, catarros faríngeos y laríngeos, resfriados, grlppe, etc. Gran farmacia Amargós, plaza de Santa Ana,9, Barcelona" .

“Pastillas Bonald”: Se comercializaban desde finales del s.XIX. En publicidad de 1903: "Su eficacia está reconocida y comprobada por los señores médicos para combatir las enfermedades de la boca y de la garganta. Tos, ronquera, dolor, inflamaciones, picor, aftas, anginas, ulceraciones, sequedad,bonald granulaciones, afonía producida por cuasas periféricas, fetidez del aliento, placas mucosas, fenómennos bucales de la dentición, salivación hidragírica, efectos nocivos de la nicotina, catarros laringofaríngeos, afectos nerviosos del estómago, vómitos, etc. Las pastillas Bonald, premiadas en varias Exposiciones científicas, tienen el privilegio de que sus fórmulas fueron las primeras que se conocieron de su clase en España y en el extranjero. Farmacia Bonald, Nuñez Arce, 17- Madrid”. 

crespo“Pastillas Crespo”: En publicidad de 1912 se decía: "Pastillas Crespo de mentol y cocaína.El mejor medicamento para la garganta, el más agradable de tomar y el mayor calmante de la tos. No contienen opio, ni sus compuestos; no ensucian el estómago; quitan la inflamación de las mucosas y las desinfectan. Como previsión para la ronquera y efectos del tabaco, son inmejorables. Venta en farmacias y droguerías a ptas. 1,50 la caja.
Depositarios al por mayor: Pérez Martín y Cª, Alcalá, 9, Madrid" .

“Pastillas del Dr.Caldeiro”: Publicidad de 1901: “Catarros, toses, afonías, irritaciones de la boca y garganta, por crónicas que sean. Curación pronta y radical con laspastillas de clorato-borato, cocaína y mentol. Son muy convenientes y de grandes resultados para los oradores, cantantes y cuantosPastillas Dr.Caldeirob tengan necesidad de forzar la voz y conservarla clara, quitan el mal olor del tabaco, etc.” En su prospecto explica: "Estas pastillas están perfectamente dosificadas, son de gusto agradable y de éxito siempre seguro, por lo que son muy demandadas por toda la clase médica, que es la más alta recompensa. Para adultos una pastilla cada dos horas hasta aliviarse, dejándola disolver en la boca. Para los niños media pastilla. Desconfiad de las imitaciones, comparad sus resultados con las de estas. Caja 1,50 pesetas".

f.brumos“Pastillas Fernández Brumós”: Cloro-boro-sódicas con mentol y cocaína, elaboradas en Panticosa a finales del s.XIX para tratar las enfermedades  de garganta, nariz y boca. Una publicidad decía: "A base de cocaína y mentol.Es el mejor remedio para las afecciones de la boca, garganta y voz. No contienen ninguna sustancia nociva. Todos los médicos las recomiendan por los buenos resultados que obtienen".

“Pastillas Morelló”, fabricadas en los laboratorios Morelló de Barcelona en 1891. Cloro-boro sódicas con mentol y cocaína. En publicidad de 1911 se dice: "Ocupan el primer lugar entre los remedios científicos de las vías respiratorias desde hace más de 20 años. Las Pastillas Morelló obran por inhalaciónmorello antiséptica y balsámica sobre la traquea, bronquios y pulmones, curando las causas que produce la tos, como son resfriados, catarros, bronquitis, asma, ronquera, gripe, enfisema, etc.etc."

 “Pastillas Neurokraft”. A base de nuez de kola (planta con poderes estimulantes similares a los de la cafeína) y hoja de coca del Perú, indicado en la neurokraftneurastenia, reconstituyente de la debilidad nerviosa, fabricado a finales del s.XIX por los laboratorios Silva en Madrid.

“Pulmogenol pastillas”, del Dr.Cuerda, En publicidad de 1916 se decía: "Tos, catarros, asma, ronquera y demás enfermedades de las vías respiratorias son curadas rápidamente con una sola caja de Pulmogenol del Doctor Cuerda, radioactivo, sedante, antibacilar y reconstituyente que evita siempre la tuberculosis. Premiado con diploma de honor. Caja de 24 comprimidos, 1 peseta. En Toledo: Farmacia de José María de los Santos. Ocaña: Farmacia del Doctor Cuerda".

Así mismo a partir de la creencia de que la coca mezclada con alcohol era mucho más eficaz, se comercializaron en la mismapulmogenol época, numerosos vinos medicinales con hoja de coca y alcohol, que si bien se proclamaban sus efectos medicinales, eran usados como aperitivo y para el disfrute de los momentos lúdicos, recreativos y de ocio en general. Uno de los más vino marianibrenombrados fue el vino Mariani, fabricado en 1863 por el químico de Córcega, Angelo Mariani. Si bien en esa época existían muchos vinos medicinales, el suyo logró un éxito abrumador en todo el mundo civilizado, ya que utilizó extracto de hoja de coca de máxima calidad, que como él mismo explica en su libro publicado en 1888, “La coca y sus aplicaciones terapéuticas”, utiliza la mezcla de tres hojas diferentes, aunque no revela cuales son,  con un contenido de unos 6 gramos por onza, mezclándolo con un excelente vino de Burdeos, lo que le daba un aroma y sabor sin competencia. Se vendía como tónico y estimulante y  se anunciaba con el lema “Para hombres con exceso de trabajo, mujeres delicadas y niños enfermizos”. Estaba indicado para casos de malnutrición, convalecencia, debilidad, agotamiento, gripe, neurastenia, con una excelente eficacia en las enfermedades del estómago, de las vías respiratorias, para el insomnio, la ansiedad, el nerviosismo, la melancolía, incluso como potenciador de las funciones sexuales. Podía tomarse a cualquier hora del día, con las comidas o como cóctel, esoEmile boisseau sculpteur album mariani t 10b sí, se recomendaba que no más de tres vasos al día. Fue muy popular entre las celebridades de la época, como Freud, el eminente neurólogo Charcot, escritores como Zola o Julio Verne, inventores como los hermanos Lumiére o Thomas A. Edison, políticos como la reina Victoria, el Príncipe de Gales, el Zar de Rusia, o nuestro rey Alfonso XIII, y un sinfín de personalidades consumidores de este vino, que Mariani recogió en 14 tomos, que publicó entre 1894 y 1906, y en los que recogía una pequeña reseña bibliográfica del personaje, un grabado con la foto y un pequeño poema o detalles escritos por cada uno de ellos, inspirados en el famoso vino. No obstante el principal consumidor y valedor fue el Papa León XIII, quien además de premiarlo con una medalla de oro, cedió su imagen para ilustrar las etiquetas. Además del vino,  Mariani fabricó con el extracto de coca un elixir (con mayor graduación que el vino), pastas, pastillas, té, tintura y hasta un dentífrico.

          Por nombrar otros jarabes, elixires o vinos, citaré  el vino “Coca des incas”, fabricado en Francia  y que se vendía como un gran aperitivo. El  “wine of coca”,fabricado en Estados Unidos y que se destacaba su eficacia para curar el dolor de cabeza, la gastralgia, la anemia, la neuralgia o la enfermedad del mar. También era recomendado para curar el hábito del opio o del alcohol. El “Maltine wine”, hecho en Nueva york; el “coca wine” de Metcalf, hecho en Boston; el “vino Amargós”, hecho en Barcelona, a base de peptona, quina gris y coca del Perú, etc. Todos se julio vernebindicaban para el agotamiento nervioso y de la mente, la debilidad, el insomnio, dolores de cabeza, gastralgias y por supuesto la neurastenia, la enfermedad de moda y que entrañaba en si misma todas las patologías anteriores. Dejo por fin, para el último, el “jarabe de nuez de cola coca”, hecho a base de nuez de cola, planta africana con poderes estimulantes similar a la cafeína y hoja de coca del Perú,  en la casa de licores fundada en 1880 en Ayelo de Malferit (Valencia) por tres amigos, Ortiz, Sanz y Aparici, que pronto se hicieron proveedores de la Casa Real. De las propiedades de este jarabe, transcribo aquí lo que se dice en documento acreditativo del Instituto Médico Valenciano de 1903: "El hombre enclenque es un atleta si bebe este precioso licor, ni fatigas le arredran, ni se ve martirizado en viajes, caza, etc. La inteligencia sobre todo se activa notablemente y la tristeza y mal humor de disipan renaciendo la alegría", y en otro párrafo: "Estas propiedades reunidas tienen una hermosa aplicación en la vejez, ya que según el parecer de distinguidos Profesores, debe considerarse como el verdadero pan de viejo, pues sus funciones que languidecen paulatinamente, se excitan y entonces el corazón recobra sus energías, las nubes de la inteligencia se desvanecen y vuelve todo el poder de tiempos mejores".

Este jarabe tiene una bonita y original historia que merece la pena leer, ya que hay sospechas fundadas de que fue copiado en la exposición universal de Philadelphia de 1885 por el farmacéutico John Pemberton de Atlanta, el cual en 1886, aprovechando que se implantó la ley seca en EEUU, decidió añadir a la fórmula soda y venderlo como refresco en la farmacia Jacbo´s, dando origen al nacimiento de la Coca-cola.  

En mi página he escrito un artículo contando esta historia y que podéis buscar por Ayelo de Malferit.

Vino de Kola cocab         Según explica U.Mosso (1926), a dosis pequeñas, entre 3 y 5 centigramos, la cocaína produce en el hombre un aumento de la sensibilidad general, en especial de la cutánea, del número de latidos cardíacos y de la cantidad de aire inspirado, además de acortar el periodo de acción fisiológica, produciendo una acción de  bienestar y de ligereza, aumentando la energía muscular y dilatando ligeramente la pupila, aumentando además la temperatura orgánica en una décimas de grado.

Según Santesson (1906), “El sitio en el que tiene lugar la acción anestésica de la cocaína está constituido por las terminaciones de los nervios sensitivos y especialmente por las fibras de los nervios sensitivos, porque la resección de éstas no produce dolor alguno cuando se las ha sometido a la acción de la cocaína”.

Las indicaciones terapéuticas descritas en los libros de la época basadas en la facultad de insensibilizar las terminaciones y las fibras de los nervios sensitivos, iban dirigidas especialmente a la aplicación de las anestesias, por ejemplo como anestésico de las mucosas para practicar pequeñas operaciones quirúrgicas o exploraciones diagnósticas, como en la boca, faringe (amígdalas, epiglotis), laringe o nariz y también en las mucosas del recto, uretra y vagina.

Una de sus principales indicaciones se centraba en oftalmología, a base de instilaciones de solución de cocaína en el saco conjuntival, o de inyección subconjuntival, para poder realizar operaciones, sin dolor alguno, en la conjuntiva, la córnea, el iris y en el cristalino, incluso la extirpación del globo ocular.

También recomendada para pequeñas incisiones en extremidades inferiores o superiores, advirtiendo que si la zona cutánea a operar es muy extensa, habría que utilizar cantidades mayores de cocaína, por lo que para evitar intoxicación por este motivo, se explica literalmente: “el enfermo debe de estar en ayunas y tendido en la cama, y, en la raíz de la extremidad donde se practiquen las inyecciones debe aplicarse un lazo que disminuya la circulación sanguínea e impida que se produzca una absorción demasiado rápida de la cocaína”. Y al inyectarla se recomendaba administrar una dosis de morfina que ayudaría en el efecto anestésico, además de oponerse a la vasoconstricción cerebral que la cocaína produce.

39918764 17078122También se recomendaba para combatir el dolor de algunas afecciones cutáneas, como en el prurito, o en los eczemas de los genitales y del ano.

En la anestesia lumbar se explicaba como un muy notable avance la inyección de cocaína en la cavidad subaracnoidea, a nivel de intersticio situado entre la tercera y cuarta vertebras (Bier, 1889). La sustancia paralizaría los nervios espinales (Santesson, 1906), produciendo una anestesia completa para las impresiones dolorosas en la extremidades inferiores y los órganos intrapélvicos, no ejerciendo influencia apreciable sobre la médula espinal misma, a dosis terapéuticas.

También se utilizaba administrándola en la boca como eupéptico y calmante, y para disminuir la sensación de hambre y sed, por ejemplo en los diabéticos. Asimismo en todo tipo de dolores en las  paredes del estómago, como  úlceras, tumores o vómitos.

Morselli la recomendaba en enfermos mentales y afecciones nerviosas que cursaran con depresión, así como en los neurasténicos.

En el Formulario Astier (1926) se advierte de los posibles accidentes cocaínicos, fundamentalmente debidos a que a menudo la técnica de aplicación es ignorada y describe los síntomas de una intoxicación: borrachera, alucinaciones de la vista, del oído,  delirio furioso, vértigo y a veces síncope total, palidez del rostro y sudores fríos. “En algunos casos, advierte, hay temblores, convulsiones, náuseas, vértigos, dilatación pupilar, colapso y muerte”. Y advierte que debe administrarse con precaución debido a su toxicidad, por haberse dado casos graves por ingesta gástrica a partir de 0,30 a 0,40 grs. , como la muerte de un niño de cuatro años al que se administró un supositorio de 0,25 grs. de cocaína y otro de 15 años en las mismas circunstancias. Explica también como tratar la intoxicación: “Acostar el enfermo en decúbito horizontal con la cabeza ligeramente tirada hacia atrás; flagelar la cara y el pecho con compresas empapadas en agua fría o caliente; hacer tomar café fuerte con algunas cucharadas de ron o de coñac, inyectar debajo de la piel éter y cafeína, friccionar enérgicamente todo el cuerpo y en caso necesario practicar la respiración artificial”.

En el “Formulario de la Facultad de Medicina” de “Wiethe se recomienda: 

En el crup laríngeo, si el dolor es muy violento, sobre todo al tragar, embrocaciones loco dolente con clorhidrato de cocaína 2grs. ; en los vómitos del embarazo, 20 ctgrs.; en las otitis externas, 50 ctgrs.; en el prurito intenso, 20 ctgrs.; en el prurito del ano, supositorios con 20 ctgrs.; “en los dolores violentos consecutivos a las inyecciones para tratar la sífilis se calmarán con otra de25 ctgrs. de cocaína”; hiperestesia faríngea, 20 ctgrs.; coriza, 20 ctgrs.; catarro agudo laríngeo, 25 ctgrs.; en la angina flegmonosa, 1 gr.

“Tratado de Medicina Clínica”, W.Ebstein, Redlich propone en los mareos, entre otros como el cloral o la morfina, la cocaína, pero advierte que solamente es eficaz en los viajes cortos.

En 1912 se celebró la Convención de la Haya, donde se decidió el control de la venta de drogas, entre ellas la cocaína, pero este acuerdo solo fue suscrito por 12 países. Más adelante, en 1919, coincidiendo con el fin de la primera guerra mundial, en el Tratado de Versalles, se unieron al acuerdo de drogas la mayoría de los países. A partir de ahí fueron incrementándose los acuerdos sobre el control de drogas, hasta prohibir definitivamente la venta en farmacias de la cocaína, entre otras.

La Comisión de Estudio de las Hojas de Coca de las Naciones Unidas decidió en 1949 revisar los usos y costumbres que  los pueblos de  los Andes hicieron del masticado de las  hojas de coca con propósitos medicinales para concluir el estudio con que esto solamente producía efectos negativos.  A raíz de este estudio, la ONU y su burocracia, en 1961 dieron al traste con toda la sabiduría acumulada durante 8.000 años por los científicos y los pueblos andinos cuando la Convención Única  Sobre los Estupefacientes de la Organización condenó el masticado de la hoja de coca, clasificando a esta planta como estupefaciente junto con la cocaína y heroína sometiéndola a control internacional. 

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