Autor: Félix Castañón
El Apicotoxin, otro milagro
de la medicina: el veneno de las abejas, comercializado a primeros del siglo XX, milagroso, milagroso: Acciones farmacológicas. Entre las acciones farmacológicas más importantes podemos destacar: Movilidad sin dolor, satisfacción y energía. Dilata los vasos capilares e intensifica la circulación, evita la formación de coágulos. Posee efecto anestésico local. Mejora el funcionamiento del hígado. Mejora la actividad del cerebro. Posee acción inmunológica en el tratamiento de las enfermedades reumáticas. Acelera la soldadura de fracturas. Es una activo agente inmunizante. Es radioprotector: Protege contra las lesiones provocadas por las radiaciones utilizadas en el tratamiento contra el cáncer. Influye positivamente en el sistema nervioso. (ayuda en el tratamiento de esclerosis múltiple) Durante el tratamiento no se forman anticuerpos contra el veneno, por ello el tratamiento con apitoxina es siempre efectivo. La apitoxina es un antibiótico natural. Los antiinflamatorios sintéticos en la artrosis por ejemplo, calman el dolor, pero a largo plazo destruyen el cartílago, agravando la enfermedad. Además de las intolerancias típicas: digestivas, renales, hepáticas. Por ejemplo, el 37 % de las hemorragias digestivas que requieren internación son debido al uso y abuso de antinflamatorios (fuente: American Medical Association). Por su alta eficacia la apitoxina debería ser el tratamiento de elección en la artrosis, pudiendo ser solución definitiva cuando se actúa precozmente. Es capaz de calmar el dolor, desinflamar, regular las defensas y promover la curación.

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